En la clausura de la II Asamblea de la Unión Diocesana de Toledo, celebrada los días 24 y 25 de octubre de 1935, de cuya Junta era Presidente Antonio Rivera [22], entre clamorosos aplausos se levantó a dirigir la palabra el Presidente Nacional, Manuel Aparici.
«Vamos a terminar un curso –dijo– para empezar otro nuevo; acaban unas tareas y empiezan otras nuevas; hemos, pues, de renovarnos espiritualmente, porque se acerca ya la sombra de la cruz; se acerca ya la gran fecha del Congreso de la Juventud Católica Española del año 1937, donde cien mil jóvenes católicos españoles nos postraremos a los pies del Hijo del Trueno, del Apóstol Santiago, para decirle: Estamos dispuestos a trabajar por Cristo y por España» [23].
Los aplausos y vítores al finalizar fueron interminables.
1. Apertura de la Puerta Santa
El día 31 de diciembre de 1936 se procedió a la apertura de la Puerta Santa [24]. Con tal motivo, «estuvo en Santiago el Viceconsiliario General de la Juventud de Acción Católica, D. Emilio Bellón. Llegó acompañado de los miembros de la Comisión Gestora y de la Unión Diocesana de Burgos.
»En una de las reuniones habló del Congreso y dijo que, por ahora, lo que tenemos que hacer cada uno de los jóvenes es prepararnos individualmente con una intensa vida de piedad para mover al Señor a que tenga efecto el Congreso.
»La reunión con los jóvenes de los Centros la dedicó también exclusivamente al Congreso; de éste dijo que tenía por consigna conquistar para Cristo a todos los jóvenes de España ... » [25].
Días antes de la apertura de la Puerta Santa, el 11 de dicho mes, Manuel Aparici anota en su Diario:
« ... Veo que me pides que movilice a todos tus jóvenes para que formemos una legión de santos que, perpetuamente en oración, hagamos descender tus gracias sobre nuestros hermanos».
El día 21 llegaba a Santiago y volvía a anotar:
«Y al llegar a Santiago comprendí que venía a recibir inspiración y fuerza del Apóstol para dirigirme a todos los Jóvenes de Acción Católica de España e Hispanoamérica pidiéndoles que, con su vida santa, hicieran posible el Congreso con que queremos honrar a nuestro Padre en la fe».
«El mismo día de su llegada ... tuvo una reunión con los Directivos y Propagandistas en la que se tocaron puntos relacionados con el Congreso.
»Por la noche, dirigió la palabra a los Jóvenes de los Centros de la población, a quienes sus ocupaciones en el Ejército y milicias permitieron asistir. Dijo que había venido a Santiago a recibir órdenes y consejos del Apóstol Santiago y de su representante el Sr. Arzobispo. Las órdenes eran de que el Congreso se celebrase, pero para que se celebre tenemos que merecerlo, y merecerlo llevando adelante una campaña de sufrimientos y penitencia, que ofrecemos por el éxito sobrenatural del mismo. Dijo también que era necesario pedir al Señor que nos conceda que el Congreso se celebre, pues para concedérnoslo sólo espera que sinceramente se lo pidamos. Concluyó diciendo que pedir que el Congreso de celebre, es pedir por la paz de España, pues el Congreso será acción de gracias por la paz ... » [26].
Después, «desde los micrófonos de Radio Vigo ... pronunció un pregón en el que invitaba a los Jóvenes a un vivir santo de peregrinos para implorar, en su estado de gracia, la vida de gracia de todos los jóvenes españoles, cualquiera que fuera el lugar donde se encontraran» [27].
2. Y en plena guerra amanece el año 1937
« ... Sobre España pesaba una amenaza. Los “hijos de las tinieblas” iban a arrancarle, a traición, su espíritu. Querían hacer de ella mano ensangrentada –simple instrumento sin control de corazón ni de cabeza– que, con Rusia, atenazase a Europa y al mundo y estrangulase la civilización cristiana. Todo salía según sus deseos. Los planes, las consignas, daban sus frutos. Iglesias arrasadas, ministros del Señor sacrificados o perseguidos, jóvenes de Acción Católica muertos a hachazos, cultos suspendidos ...
»Por fin, España recuerda sus tiempos de señora de mundos, hincha su pecho con el aliento de su viejo espíritu, que sabe de Reconquista de siglos y de Cruzadas Santas, y se apresta a la lucha sin más armas que la Fe –viva, firme y recia– que hizo surgir de las aguas un mundo desconocido.
»Sus enemigos no se resignan a perderla. Se esfuerzan, recaban y compran, si es preciso, toda clase de ayudas.
»Y en plena guerra –dura y enconada como no registra la Historia– amanece el año 1937. Era el Año Santo en Compostela. La sangre moza de España –sangre inocente y no contaminada, sangre de héroes– se había ofrecido en expiación a lo largo de los caminos de triunfo. Pero termina ese año y aún quedan regiones queridas –su desgracia y su dolor aumentan nuestro cariño– sin recibir el beso de España. Sus tierras, que bebieron abundante sangre de mártires, saben de escenas sublimes de fe, que quieren contar al Apóstol Protomártir, nuestro Señor Santiago, para consuelo y orgullo de quien ha dado tales renuevos. Nuestros hermanos de allí tienen hecho voto de peregrinar a Santiago y al Pilar ...
»Hay un Pastor vigilante que conoce muy bien sus ovejas hasta en sus más insignificantes deseos, a pesar de la distancia. Es que las ovejas son suyas y las ama con ternura apasionada. Como son suyos también esos hijos de España que ven, tras las bayonetas, que ahora son indispensables, la necesidad de un apostolado impetuoso y arrollador que salve así al mundo del ateísmo. Y quieren acudir ante el “Hijo del Trueno” para jurar sus banderas y solicitar su caudillaje. Y sueñan –cara al enemigo, lleno el corazón de celo– con el Congreso que la Juventud de Acción Católica prepara ante la tumba de nuestro Padre en la fe, para recoger todo el calor de sus cenizas –que aún son luz y fuego– y purificar al mundo de sus errores y reedificarlo sobre la roca viva de las doctrinas y ejemplos de Cristo ... » [28].
3. No obstante, una representación de la Juventud de Acción Católica Española acude a Santiago
«El más urgente de aquellos dos proyectos era organizar, a falta de la que se había proyectado para 1937, una peregrinación al menos simbólica a Santiago de estudiantes de toda Europa. Sentía muy de veras que no se celebrara algún acto en Compostela que mantuviese vivas las esperanzas que se habían despertado con la larga y cuidada peregrinación prevista; una bien fundada oferta de ayuda económica le hizo concebir el proyecto, que no pudo realizarse cuando yo ya había llevado a cabo con éxito las primeras gestiones, porque no se mantuvo la oferta de ayuda.
»Aparici no se desalentó y montamos para el 25 de julio un viaje a Santiago con los mutilados y heridos que estaban en condiciones y con los jóvenes que descansaban en la retaguardia ... » [29].
« ... El día 15 de julio, ante la proximidad de la fiesta de Santiago Apóstol, la Comisión Gestora lanzó el “voto de peregrinar” en el que se invitaba a toda la juventud a acudir a la tumba del Apóstol, al mismo tiempo que se divulgaba la fórmula de voto ... » [30].
4. Fórmula del Voto
«Señor Santiago:
PROMETO ir peregrino a tu sepulcro de Compostela, cuando, en los resplandores del triunfo de España, luzca el día de la paz.
Cantaré gozosos himnos de victoria y repartirás bendiciones a tu heredad.
Nuestra tierra será de España y España será de Dios.
I
Una tradición entrañablemente amada nos presenta al mundo distribuido entre los operarios evangélicos que habían recibido de Cristo el mandato de predicar a todas las gentes.
A Santiago correspondióle España. Y por los anchos claros de su heredad sembró a Cristo.
La espada segó su vida cuando la siembra brindada ya su fruto en esperanza cierta.
Nuestro padre en la fe quiso dejarnos el oráculo de su tumba.
Sus discípulos, fieles hasta más allá de la muerte, recogen su sagrado cuerpo y lo depositan en los últimos confines de España, en Compostela, rodeado de olvidos y silencios.
En el callado seno de la tierra quedó el precioso tesoro y durmió allí un sueño vigilante.
Judá, cachorro de león, ¿quién le despertará?
II
Cuando el Islam se tendió por nuestro suelo anegándolo en aquel diluvio del que apenas conseguían emerger los picos pirenaicos, el impetuoso galileo con su brazo y su espada puso dique a la invasión.
Y el centelleante “Hijo del Trueno”, irrumpió victoriosamente en nuestra historia.
... Alfonso II ... lo declara PATRÓN Y SEÑOR DE TODA ESPAÑA.
Desde entonces no hemos renunciado los españoles a su venturoso señorío. Campeador, en devota peregrinación a Compostela.
Ya se parte Don Rodrigo
que de Vivar se apellida
para visitar Santiago
a donde va en romería [31].
Siempre que España ha gemido ante el peligro o cantó gozosa un himno de victoria, acudió de rodillas a Santiago.
Si Alfonso XI gana la batalla del Salado, decidiendo la suerte de la Patria, da gracias a Santiago.
Y cuando los Reyes Católicos quieren conquistar Granada, hace el VOTO DE SANTIAGO que todos sus sucesores han cumplido con crecido fervor.
Fernando el Santo se llamaba a sí mismo “Alférez de Santiago”
Carlomagno ostentaba el título de “Primer Peregrino”.
Y llamarse caballero y campeón de Santiago, era el más florido título de los Pares de Francia.
El sepulcro de Santiago es el oráculo de España, dotado de un irresistible poder de atracción.
III
Nuevamente Santiago triunfa a la jineta por los campos de España.
Es preciso que en este rehacer de nuestra historia, la tumba del apostólico Patrón sea la fuente de la vida nueva.
Que allí están las esencias vitales de nuestra Patria.
Si luchamos las batallas del Señor sabemos que hay que pedir con insistencia la protección generosa de lo Alto.
La Juventud de Acción Católica hace colectivamente el VOTO DE SANTIAGO.
En peregrinación acudiremos a la tumba.
A ella invitamos a toda la juventud española que lucha por el triunfo de la España Santa.
Y Dios hará coincidir en este año de gracia de 1937 el Año Santo Compostelano con la victoria definitiva.
Tú, joven, que con el vigoroso esfuerzo de tu brazo quieres rehacer el ser de España. Tú, que con caricias de sangre conquistas palmo a palmo la tierra bien amada; que sientes encendida tu alma en ideales de coraje hispánico. Paladín iluminado, caballero errante que haces de la liberación tu sino. Tú, continuador de la Historia de España:
Mira en el cielo la sombra alanceada y protectora de Santiago, y prométele ir de peregrino hasta su sepulcro de Compostela en homenaje fervoroso y agradecido.
Ahora, espada de conquistador; mañana, bordón de peregrino.
Católicos y Españoles, doblemos la rodilla ante la tumba del Patrón de España.
El pecho abierto a la esperanza, porque
DIOS AYUDA Y SANTIAGO» [32].
5. Pregón
En el número 6 de SIGNO de febrero de 1937, viene el pregón del Presidente Nacional, Manuel Aparici. Dice así:
«Empeñada nuestra palabra ante el Vicario de Cristo, ante Hipanoamérica y el mundo entero, hay que cumplirla. El Congreso será.
»Mas el Señor pone a prueba nuestra fe. Para dar a España y a Cristo todo el honor y gloria que soñamos, es menester que la heroica gesta está acabada. La victoria de España es condición precisa para emprender en Compostela, por el impulso y la fe del alma hispana, la reconquista del mundo para Cristo.
»Trinunfaremos. Lograremos para España la victoria. El Congreso será. Pero es preciso darlo todo por Dios y por España: vida, hacienda, trabajo, oración. Sólo así, con vida heroica y santa, calcada en el querer de Dios, conseguiremos del cielo que acelere la victoria, y que nuestro Congreso sea acción de gracias por la paz.
»Firmes en nuestro caminar de peregrinos, marchemos siempre los primeros en el servicio de España, que es servicio de Dios.
»Rivera, Ortiz, Nieto, Sádaba y tantos otros que, con la luz de su triunfo de mártires, son nuevas estrellas en el camino de Santiago, nos alumbran las sendas de la gloria.
»Fe viva y robusta, fe que mueva las montañas. Vivamos vida cristiana y santa, en la trinchera, hospital y retaguardia. Abracemos con gozo la vida dura de la guerra y hasta la muerte misma por Cristo y por España.
»Camino de santidad, de oración y de penitencia, de lucha y sacrificio, de renunciamiento y austeridad, es hoy la ruta de Compostela. Aspirantes, Jóvenes de Acción Católica: ¡Dios lo quiere! Por la gloria del cielo, el honor del Apóstol Santiago y la conquista de la España Santa, a vivir, luchar y morir como soldados de Cristo y de la Patria».
6. Se dan normas para que los días 24 y 25 de julio sean días de oración y sacrificio,tanto en la retaguardia como en los frentes y hospitales
Ante el aplazamiento obligado de la Peregrinación y el Congreso, se hacía constar la necesidad de celebrar la festividad y aprovecharla para el bien de la cristiandad. En consecuencia se daban normas para que los días 24 y 25 de julio fueran de oración y de sacrificio, tanto en la retaguardia como en los frentes y hospitales.
Días antes, prometía terminar la peregrinación el día 25.
«Vamos a prometer todos –decía Manuel Aparici– terminar nuestra peregrinación en Compostela cuando la Victoria nos traiga como fruto la Paz de Cristo. Terminar porque la peregrinación empezó cuando el Santo Padre bendijo nuestro proyecto. Y en eso andamos, bebiendo la amargura de nuestra propia sangre en ruta de martirio. Sin desmayar. Nuestra peregrinación continúa» [33].
«¿Cómo respondían los Jóvenes que se encontraban en los frentes al espíritu de la Peregrinación a Santiago? La actitud de todos ellos fue equivalente al “possumus” de los Apóstoles Juan y Santiago ... Díaz Bedia decía en carta a su Consiliario, cuando marchaba al frente: «Marcharé de soldado, pero volveré de apóstol, cambiados mi fusil y mis granadas por el bordón y las conchas; peregrinando a pie para que las llagas queme abra el peregrinar se apague todo el polvo de impiedad y de paganismo que aún queda en España» [34].
Desde SIGNO Manuel Aparici convoca a todos los jóvenes de Acción Católica, ya en el frente, ya en los hospitales, a celebrar, como se lo permitieran las circunstancias, la Vigilia de Oración del Apóstol Santiago, uniéndose en espíritu a la Vigilia que el Presidente Nacional, acompañado de los heridos de guerra residentes en Santiago, celebraría ante la tumba del Apóstol. En ese mismo número se les invitaba a hacer el voto de peregrinar. También para esta Vigilia se convocó a la oración por un menaje, del que fue portador el Excmo. Sr. Obispo de Cartagena, a las Juventudes de Acción Católica de la Hispanidad.
«De nuevo –les decía– el clamor guerrero resuena en la madre Patria, y sus hijos, con gesto heroico, dirigen plegarias de sangre al Dios de las victorias. Y al Hijo del Trueno, nuestro padre en la fe, Santiago, ha requerido su caballo y su lanza y cruza en carrera triunfal los campos de España.
»Es el Año Santo de Compostela, y la Juventud de Acción Católica de España, que había de reunirse con los hijos de América ente la tumba del Apóstol, aplaza su Congreso hasta que por el camino de la victoria de Dios llegue la paz.
»En este Año Santo, la vigilia y el día de Santiago unirán toda la juventud de Acción Católica de España alrededor de Compostela por el camino de la oración y de la penitencia. El Consejo Superior (y los jóvenes que puedan) irán a arrodillarse ante el sepulcro del Apóstol, y en esos mismos días, en los mismos instantes, los jóvenes de Acción Católica destacados en todos los frentes, de cara al enemigo, entre la música de los disparos, dejarán volar su espíritu hasta el sepulcro del Apóstol, y sus pechos se ensancharán con aires de victoria venidos de lo alto. Los heridos, en su lecho de dolor, enviarán al cielo, por el Camino de Santiago, sus gloriosos sufrimientos. Los que aún sufren prisiones por el amor del Señor en tierras españolas dominadas por la barbarie, enviarán sus almas, libres de cadenas, a reunirse con las nuestras. En la Gloria, ante el trono del Señor y en torno a Santiago, se oirán cantos triunfales de los elegidos por Dios mártires de la Juventud de Acción Católica.
»A vosotros, jóvenes católicos de Hispanoamérica, que también sois hijos de Santiago en la fe porque sois hijos de España en la sangre, os pedimos que en este Año Santo estéis unidos con nosotros en el Señor. Organizar actos colectivos de piedad: Que vuestras plegarias se junten con las nuestras ante el acatamiento de Señor. Llegan al Altar de los perfumes las oraciones de los hijos de España.
»Veríamos colmados nuestros deseos si inmediatamente después de realizados les actos colectivos en América dierais cuenta de ellos a esta Consejo Superior, testimoniando así ante los ojos del mundo desquiciado la unidad espiritual de los hijos de España y de Santiago”.
»En momentos trágicos, triunfales y gloriosos, la Juventud de Acción Católica de España os llama con voces teñidas de sangre y llenas de luz. Vosotros, que tenéis oídos y queréis oír, no podéis estar separados de la madre España cuando, invocando a Santiago, se incline ante Dios».
« ... En la Basílica compostelana una representación de la Obra, en nombre de la Juventud de España, hará el Voto de Peregrino después de una Vigilia Eucarística [35].
»Y con la oración, el estudio de lo que significan la Peregrinación y el Voto. Para ello se publica un folleto “A Santiago” que es preciso llegue a todos los Centros y jóvenes de la retaguardia y de los frentes ... Las Uniones Diocesanas cuidarán igualmente de que los Centros les envíen sus banderas para que no falte ni una sola ante el Arca Santa ...
»Sobre todo que cada joven se sienta unido, en sus oraciones y sacrificios, a todos los demás de España ...
»Se procurará que acuda una representación de cada uno de los Centros de Galicia con su bandera; de todas las Uniones Diocesanas, con las banderas de todos los Centros de la Diócesis; del Consejo Superior; de los Centros de Vanguardia (Jóvenes activos y Aspirantes), de los Jóvenes de Acción Católica que están en los frentes, ofreciendo los sacrificios que la guerra impone, en especial de los de la Vigilia y Día del Apóstol, y en los hospitales [los que puedan dejar la cama], ofreciendo sus dolores y sufrimientos. Los que no puedan dejar la cama, ofreciendo los dolores y sufrimientos, Aspirantados ... » [36].
7. En la noche del 24 al 25 velaremos las armas de nuestro apostolado
Días antes de tener lugar la Vigilia Manuel Aparici escribe en SIGNO:
«Cada soldado en su puesto, el Consejo ante la tumba del Apóstol, los mártires de la Juventud junto al Trono del Señor en torno a Santiago, velaremos en la noche del 24 al 25 las armas de nuestro apostolado.
»La Fe, viva y ardiente, que mueve las montañas; el sacrificio expiador de los yerros y pecados de los jóvenes, y la oración perseverante y confiada que circunda en nuestros pechos ardores de misión.
»La Victoria, el triunfo de España, la exaltación de la España Santa a su puesto de Guía y Madre de Pueblos, es lo que vamos a pedir en nuestro orar.
»Ya se acerca el Gran día, el Día de nuestro Congreso, y para entonces es preciso que España se pueble de romeros, de almas que vuelta su mirada a Compostela, copien del “Hijo del Trueno” su amor atormentado a Jesucristo, su pasión por las pruebas y las cruces, su peregrinar austero para llevar la Luz a los espíritus. Es preciso, puesto que España tiene ansias de Imperio y el Imperio de España no puede ser sino el de Cristo.
Con oración unánime, fundidos en un mismo espíritu, estrechados por los abrazos del Señor presente en nuestros pechos vamos a prometer todos, los encarcelados y los perseguidos, los que sufren en los hospitales, los que empujan la Victoria desde el frente, los que oran y trabajan en la retaguardia, terminar nuestra Peregrinación en Compostela cuando la Victoria nos traiga como fruto la Paz de Cristo en el Reino de Cristo.
»Terminar, porque la Peregrinación empezó cuando el Santo Padre bendijo nuestros pasos primeros, y ancho el corazón a todas las proezas, le dijimos: Volverá España a Compostela; podemos beber tu cáliz de redención. Y en eso andamos: bebiendo la amargura de nuestra propia sangre en ruta de martirio.
»Sin desmayar. Nuestra peregrinación continúa. Que al abrirse la Puerta Santa, el espíritu abrasado del Apóstol, derramándose por los ámbitos de España, vino a recordarnos la consigna: Ni un sólo joven de España sin amor de Cristo en el alma, y en Compostela a reconquistar el mundo para Cristo».
8. «La Juventud de Acción Católica marca a España su ruta imperial: El Camino de Santiago»
«Se escancian en el vaso sin fondo de los tiempos las primicias del 25 de julio de 1937, Año Santo Compostelano ...
»Hoy es día de fiesta grande en España; fiesta mayor de la Patria. Y el Campus Stellae es oasis de leticia y esperanza donde se congregan, penitentes, españoles de todos los ámbitos del patrio terruño. España camina nuevamente por el sendero de Santiago. España quiere ser nueva y fija su espíritu en lo viejo, en el pasado tradicional ...
»Miles de peregrinos ... llegan, por todos los caminos, ante el sepulcro del Hijo del Trueno, sedientes sus almas del sublime refrigerio ... España entera está aquí, a los pies de su Apóstol ...
»Las solemnísimas y emotivas expresiones místicas de la Liturgia, inundan las naves del templo santo, que, en esta jornada, memorable por tantos conceptos, es la Metrópoli de la Iglesia de España. El Primado ... pide al Todopoderoso que ... el Apóstol bendiga a las juventudes españolas, esperanza de la Patria; y recuerde que por la fe que nos trajo Santiago fuimos nación y gran nación, que no hay ciudad bien cimentada cuando no se cimienta en Dios.
»Y en el silencio de la noche, la Juventud de España, la Juventud que cree en Dios y que labora por Dios, se reúne en vigilia de ininterrumpidas oraciones en torno al primer Adalid de la Acción Católica que trajo la Luz ...
»Embajada de la Juventud Católica, de todos los jóvenes católicos españoles, viene, con sus banderas albas –blancas palomas de paz que ostentan cruces de esperanza– ante el Discípulo del Señor, para anunciarle la próxima peregrinación en cuanto sonría la primavera y los repiques de gloria señalen el florecer del triunfo sobre los campos ensangrentados de España. Atraídos por la Estrella del Jacobeo están aquí, llegados por distintos caminos que confluyen en el de Santiago, a rogar por España y a nutrir el espíritu meditando en el ejemplo del Apóstol ... El lanzó la semilla con poco éxito aparente; escasamente nueve personas le siguieron ... Y la simiente brotó y, por aquel su esfuerzo perseverante, España tuvo luego la base inconmovible de su católica Unidad, fundamento de su grandeza.
»España volverá a ser grande si se eleva y camina por la vereda de luceros rutilantes que conduce al Finis-Terrae, que es como decir al fin de lo caduco o pasajero, al principio del Cielo ... » [37].
9. Y llegó el día
Aunque España se encontraba en guerra, una representación de la Juventud de Acción Católica acude a Santiago con su Presidente Nacional, Manuel Aparici.
«Nuestra Obra marcha –escribe SIGNO el 6 de noviembre de 1937, bajo el título “Nuestra Obra ante la tumba del Apóstol”–. Cristo está con nosotros. Santiago es nuestro. Le ganamos al prometerle, cabe su Sepulcro en Compostela, llevar peregrina a sus pies, tras los afanes de la guerra, toda la juventud española en reconocimiento al Apóstol por su ayuda en la batalla –¡Santiago es nuestro Capitán– y como acción de gracias ...
»Promesa que en acto simbólico hicieron representantes del Consejo Superior de la Juventud de Acción Católica de España; de las Uniones Diocesanas de Santiago, Orense, Lugo, Mondoñedo, Tuy, Burgos, Valladolid, León, Oviedo, Vitoria, Zamora, Madrid, Barcelona y Tortosa; de nuestros hermanos heridos y de los que en la primera línea de combate luchan y mueren por Cristo y por la Patria. En total: Centenar y medio de muchachos y más de cincuenta banderas.
»Con palabras de nuestro Consiliario General dio comienzo la Vigilia que en la noche del 24 al 25 celebramos en la Catedral Compostelana. Velas al Santísimo durante toda la noche y madrugada. Y luego, con solemnidad impresionante, el Presidente Nacional da lectura, coreada por todos, al Voto–Promesa de Peregrinar a Santiago. Todo emocionaba; todo nos hacía sentir el espíritu del Apóstol allí entre nosotros ... La imposición de insignias [curiosidad: tenían un costo de 1,50 Ptas.] que siguió nos confirmó en nuestro ideal de conquistar toda la juventud de España para Cristo» [38].
10. Nuestras horas de vigilia ante el sepulcro del Apóstol Santiago fueron, allí en la lejana América, horas también de vigilia de oración
«La España nueva renace al grito de júbilo de las naciones americo–latinas. Ellas se sienten unidas ahora con todos y cada uno de los Cruzados de España. Nuestras horas de vigilia ante el sepulcro del Apóstol Santiago fueron, allí en la lejana América, horas también de vigilia y de oración.
»Poco a poco nos van llegando las cartas de esos nuestros hermanos y de sus Prelados, en las que nos dan cuenta de los actos celebrados en comunión espiritual con nosotros.
»La carta del Presidente de la Juventud Católica de Guatemala es el eco de lo que sienten los jóvenes de aquel país ... Daba cuenta a la Juventud Española de los actos celebrados el día 25 de julio y le decía: “ ... Os ruego con encarecimiento sincero que no olvidéis a estos hermanos vuestros que, unidos en Cristo a vosotros, os aman de corazón y desean fervientemente vuestra paz, el triunfo de España, nuestra Madre, y la salvación del mundo civilizado ... Vuestro hermano que de veras os quiere ... ”».
Por su parte, la Juventud de San Salvador mostraba su adhesión por medio de su Arzobispo, Mons. José Alfonso, quien bendijo de todo corazón a la Juventud Católica Española y a su activo Presidente» [39].
«Estas cartas –escribe SIGNO [40]– son prueba de que la Hispanidad [41] no es unidad de raza, sino unidad de Fe. Nuestro Padre en la fe es el que ha de estrechar estos lazos, no raciales, sino espirituales, que tan íntimamente nos unen. Por Santiago, a la Hispanidad. He aquí el lema que ha de dirigir nuestras relaciones con América Latina».
«Al regresar a la Patria querida, después de haberla representado en el Congreso Eucarístico del Paraguay,–escribía en SIGNO [42] Mons. Miguel de los Santos, Obispo de Cartagena–, cumplo gustosísimo el encargo que la Juventud Católica argentina me dio de saludar en su nombre a la Juventud Católica Española y el deber de corresponder a aquella con mi profunda gratitud.
»Fue la tarde del 30 de agosto último. El gran templo del Sagrado Corazón de la ciudad de Córdoba, la culta y populosa capital de provincia, apellidada la Salamanca argentina, se hallaba repleto de jóvenes venidos de todos los puntos del país para celebrar su Tercera Asamblea Federal (3.500), y para aquella sesión de clausura había llegado expresamente de Buenos Aires el Excmo. Señor Nuncio Apostólico, Mons. Fietta, que presidía el acto, circundado de brillante corona de Prelados argentinos y de las más altas autoridades de la provincia y de la ciudad.
»Y entre los aplausos de la inmensa muchedumbre, ocupó la tribuna el Dr. Alfredo M. Caprile, ... Presidente del Consejo Superior de la Juventud de Acción Católica argentina ... Dio lectura a la hermosa carta que nuestro Presidente Manuel Aparici le había enviado anunciándole quedaba diferido para más adelante el Congreso de Compostela y pidiendo oraciones por nuestra amada Patria. Glosó a continuación ... los conceptos de la carta de Manuel Aparici, cantando un himno a nuestra Juventud ... entre arrolladores aplausos de los oyentes, que arreciaron cuando, dirigiéndose a mí el Dr. Caprile me encargó trasmitiera a la Juventud de Acción Católica Española la adhesión inquebrantable, la admiración profunda y el entusiasmo que por ella siente la Juventud Católica argentina ... ».
«Cuando concluyó el Año Jubilar de 1937, en plena batalla de Teruel, los Centros de [Apostolado de] Vanguardia mantuvieron constantes en su ánimo el sentido de una peregrinación aplazada por la guerra, o más bien prolongada en ella por caminos divergentes, que alargaban indefinidamente el tiempo y el andar del peregrino–soldado ... » [43].
11. S.S. el Papa Pío XI da a España una prueba inusitada de amor. Por vez primera en la historia el Santo Padre prorroga un Año Santo Compostelano
«A petición del Cardenal Gomá, de nuestros Prelados y de la Juventud de Acción Católica, Su Santidad el Papa Pío XI da a España una prueba inusitada de amor. Por vez primera en la historia, se prorroga un Año Santo Compostelano. Distinción bien señalada. Respuesta paternal a una petición llena de fe [44].
»Extiende el Año Santo a 1938 con el fin de que, si terminaba la guerra, los Jóvenes de Acción Católica de España pudieran celebrar su anhelado propósito, pero la paz sigue sin llegar.
»Con este motivo, el Presidente Nacional, Manuel Aparici, lanzó desde SIGNO [45] un llamamiento a los jóvenes católicos de Hispanoamérica para que se unieran a los españoles en aquella marcha de penitencia. En la festividad de Santiago de 1938 no fueron sólo los jóvenes españoles los que celebraron la vigilia, sino que a ellos se unieron los de El Salvador, Guatemala y representantes de otras juventudes hispanoamericanas».
Con tal motivo, SIGNO de fecha 6 de febrero de 1938 escribe (Cf.):
« ... España –la amada del Señor, como prueban sus dolores y sus glorias–, los jóvenes de España, necesitan para completar su expiación y conseguir frutos de esta siembra de sangre y espíritu, gracias extraordinarias. Que tienen que prepararse para nuevas y gloriosas gestas imperiales: el imperio de Cristo en toda la tierra y en toda alma.
»Nuestra Patria sabrá corresponder con la generosidad en ella característica y la juventud de España, sobre todo –fermento y raíz de la Patria que resurge–, sabrá ocupar su puesto. Puesto de vanguardia, como en la reconquista material que ahora realiza. Que sabe morir con el grito de Cristo Rey en los labios y en el corazón. Y sabe mostrar en obras, que cuestan la vida, su amor. Y lo mostrará a nuestro Pontífice Pío XI. Ella sabe muy bien –se lo dice su corazón, que rebosa cariño filial– su pensamiento, sus deseos, sus ansias. Gracias a Dios, con ellos coincide la misión de España.
»Podemos hacer Religión y Patria a un tiempo. España, misionera; España, brazo de Roma; España, luz de Trento; España martillo de herejes, seguirá siendo todo eso. Se desangró en su lucha contra la reforma –raíz de todos los males presentes– y se desangrará mil veces si hace falta –como lo hace hoy– en defensa del espíritu para acabar con el materialismo ateo. Firmemente unida a la Cátedra de Pedro, España quiere continuar su Historia. Y la continuará. Por eso y para eso muere la flor de su juventud.
»Que Dios quiera concedernos en ese nuevo y extraordinario Año santo ... la celebración de nuestro Congreso.
»Nuestros jóvenes arden en deseos de atacar en su raíz los males que ha padecido España y que padece el mundo; para ello precisa que cese el clamor guerrero. Y lo harán siguiendo en todo las doctrinas de la Iglesia y de su actual Pontífice. Mientras se preparan con oraciones, sacrificios heroicos y el estudio compatible con sus obligaciones guerreras. El punto de arranque será el Congreso. Su éxito –no el externo, que no nos interesa– será la expresión de nuestra gratitud por la prórroga del Año Santo. Ahora estamos más obligados. Es mayor nuestra responsabilidad. Pero contamos con la valiosa intercesión de los que sufren y mueren por el Congreso, y que, sin duda, forman la guardia de honor de Santiago. Contamos con gracias especiales del Vicario de Cristo en la tierra, a cuyo mejor servicio queremos consagrarnos a partir del Congreso. Y sobre todo como reza el viejo lema. “Dios ayuda y Sant Yago”».
[22] «En el décimo cuarto aniversario de la muerte de Antonio Rivera, el Consejo Superior de la Juventud de Acción Católica se dirigió al Emmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal Primado de las Españas y Arzobispo de Toledo, Dr. Pla y Deniel, con el fin de que constituyera el Secretariado Pro-beatificación de Antonio Rivera. Después de varias reuniones celebradas en Toledo quedó constituido un Patronato de Honor, bajo la Presidencia del Sr. Cardenal y del que formaba parte, entre otros, Manuel Aparici, Consiliario Nacional, el cual le proponía ya en aquellos años de 1935 y 1936 como el “Presidente Modelo”». (Información y Documentación, Enero y Febrero de 1951).
«La modesta Oficina de Información y Documentación se creó en el Consejo Superior a raíz de la Peregrinación a Santiago en 1948 con la finalidad de informar al Consejo de todo lo que en el exterior podía interesarle e informar hacia fuera de lo que hacía nuestra Obra. Durante un par de años estuvo funcionando [...] en conexión con Pax, Christi, en Roma, y los Consejos de Hispanoamérica. Mi aspiración eran sentar las bases de lo que podría ser una agencia informativa de las Juventudes de Acción Católica, concretamente hispanoamericanas. La atención del Consejo tuvo que centrarse en otras cuestiones más urgentes y necesarias, y todo quedó en sus primeros pasos ... » (Antonio Herrero Losada. SIGNO de fecha 6 de septiembre de 1958).
[23] LA FLECHA, octubre de 1935.
[24] «Hace seis siglos, por boca de Su Santidad Clemente VI, en la Bula “Unigenitus Dei Filius” nos presentaba cual era el fundamento de ese torrente de gracias que se derrama sobre la Iglesia con la apertura de la Puerta Santa» (Manuel Aparici, 1950).
[25] SIGNO, febrero de 1937.
[26] Cf. SIGNO, febrero de 1937.
[27] Cf. SIGNO de fecha 24 de julio de 1948.
[28] Cf. SIGNO de fecha 6 de febrero de 1938.
[29] Cf. Manuel Martínez Pereiro.
[30] Cf. SIGNO de fecha 24 de julio de 1948.
[31] Canta el romancero español.
[32] Folleto y SIGNO de fecha 15 de julio de 1937.
[33] Informe de los Peritos Archivistas.
[34] «Historia del Desarrollo del Pensamiento del Consejo Superior de la Juventud de Acción Católica sobre la Peregrinación y el Congreso a Santiago y el Ideal de hacer de España y lo hispánico Vanguardia de Cristiandad» (Texto sin fecha ni firma, pero por su estilo se puede afirmar que es de Manuel Aparici).
[35] «La falta de alojamiento en la ciudad Compostelana se resolvió con buen humor y alegría para la noche del 24 al 25 utilizando haces de paja en locales disponibles de una obra benéfica; la siguiente noche tuvimos nuestra Vigilia ante el Apóstol, creo que con mejores resultados espirituales que la que había fracasado», dice Manuel Martínez Pereiro.
[36] Cf. SIGNO de fecha 15 de julio de 1937.
[37] Cf. SIGNO de fecha 6 de noviembre de 1937.
[38] Cf. SIGNO de fecha 6 de noviembre de 1937.
[39] Cf. SIGNO de fecha 6 de noviembre de 1937.
[40] De fecha 6 de noviembre de 1937.
[41] El 12 de octubre de 1928, siendo Cardenal Primado Mons. Pedro Segura, tenía lugar la Coronación de Santa María de Guadalupe, Patrona de Extremadura, como Reina de la Hispanidad, Reina de las Españas.
[42] De fecha 12 de diciembre de 1937.
[43] Rvdo. Antonio Santamaría González.
[44] SIGNO de fecha 6 de febrero de 1938.
[45] De fecha 24 de julio de 1938.